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lunes, 2 de mayo de 2011

LA PUTADA MÁS GRANDE QUE PUEDES GASTAR A TU MADRE





Estaba dispuesta a hacerlo, llené la bañera de agua muy calentita, eché esencia de rosas, me sumergí, cogí una  cuchilla de mi padre y me corté las venas en las dos muñecas, previamente me había tomado una caja de dormodor que tomaba mi madre por las noches y me bebí una botella de ron de mi padre.
  Comenzó un sueño muy agradable, sabía que el final de mi vida había llegado...
...No podía vivir así...



   Algo me estaba haciéndo daño en el brazo, unos focos cegaban mi vista, veía distorsionada una cara que me decía algo muy raro, yo quería hablar y no tenía fuerzas, poco a poco fui viendo más claro, escuchando mejor, me encontraba en una uvi, llena de cables, con un tubo en la boca y otro en la nariz, una sonda vesical, estaba echa un cromo y no me había muerto...


   ¿Qué sucedió?, mi madre se había olvidado coger el bolso y regresó antes de tiempo, fué ella la que me encontró en ese lamentable estado, se puso a gritar y ya aparecieron mis vecinos, llamaron a la ambulancia y me trasladaron a un hospital, mi madre me dió la via cuando nací y de nuevo me salvó, por eso NUNCA  me voy a perdonar lo que le hice a mi madre y a mi familia, fuí una cabrona, ESO NO SE HACE, una cobarde, tenía que haberme enfrentado a mi problema, que no era otro, que el de haberme enamorado de un hombre casado, haberlo mandado a tomar  por culo, ya que era un caradura que solo me quería para follar y yo una gilipollas, enamorada de un hijo de puta, por muy santa que fuera su madre, un tio que me decía que no estaba enamorado de su mujer, que no se acostaban juntos, todas las patrañas que se inventan.
  Porque cada uno puede hacer lo que quiera con su vida, PERO SIN MENTIR.
  No le echo la culpa a él, la culpa, fué mio, solo mia y la pagó mi madre, el ser que más quiero en este mundo, no se porque tenemos la manía de mirar y tratar mejor a los de fuera, nuestra familia vale más que nadie y por tanto hay que tratarlos mejor que a nadie.
  Desde aquí, pido perdón a mi madre, que la quiero mucho y que por nada del mundo volverí a hacer algo así.

1 comentario:

  1. Tú no estabas bien, no deseabas sufrir más. Nunca he considerado que un acto suicida sea una cobardía. Todo lo contrario, hay que tener agallas para hacer eso pero es mejor no hacerlo porque ya no te queda vida para disfrutarla. Un testimonio muy duro que estoy convencida, tu madre ya te ha perdonado. No te tortures maja.

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